Las tarjetas de los residentes de larga duración tienen una duración de 5 años y deben renovarse a su vencimiento. Debemos hacer la renovación durante los 60 días previos a su vencimiento o bien durante los 3 meses posteriores a la fecha de caducidad. La renovación presentada dentro de estos plazos prorroga la validez de la autorización anterior; las renovaciones presentadas durante los 3 meses posteriores se consideran una infracción leve y pueden ser objeto de sanción.