No es imprescindible utilizarlo. Su utilización es libre y cualquier contrato privado entre arrendador (Arrendador) y arrendatario (Arrendatari) es válido, independientemente de si se hace en papel timbrado o en folio blanco.
De la misma manera, también es válido un contrato oral, aunque se recomienda que se haga siempre de manera escrita.