Las agencias inmobiliarias actúan de intermediarios. Las personas que quieren vender un piso contratan sus servicios. El agente inmobiliario se encargará de enseñar el piso a los posibles compradores y de negociar con ellos. Las personas que queremos comprar un piso vamos a la agencia porque a menudo no tenemos mucho tiempo para buscarlo por nuestra cuenta o desconocemos los trámites que deben seguirse para formalizar la compraventa. La comisión de la agencia acostumbra a ser del 5% del valor real del piso.
Hay que tener en cuenta que a menudo los anuncios de las agencias inmobiliarias intentan llamar la atención del comprador mediante ofertas u oportunidades y destacan los aspectos positivos de la vivienda, pero omiten los aspectos negativos.
La vivienda para comprar puede ser de nueva construcción o de segunda mano.